Javier Sáez Castán y Manuel Marsol
Logroño: Fulgencio Pimentel, 2019
El viajero ha sufrido una avería y decide pedir ayuda en la casa que hay sobre la colina. En su interior alberga una serie de cuadros que forman parte de una colección de arte muy peculiar, todo parece indicar que se trata de un museo. Una mujer, un loro, un tigre guardián… retratos inquietantes que atemorizan definitivamente al visitante al descubrir un fresco que recoge con detalle la escena que acaba de protagonizar antes de cruzar el umbral de la puerta…
Poco a poco los acontecimientos, inexplicables, azoran al personaje principal que trata de escapar, a toda prisa, para terminar con la pesadilla. Pero no sin antes esbozar un futuro seductor…
Dos estrellas de la narrativa gráfica unen talentos para crear un ambiente más propio de cineastas como David Lynch, que bebe también de la estética acuñada por otros iconos del arte como Fritz Lang (ecos de la formidable La mujer del cuadro), las atmósferas hitchcockianas de su periodo norteamericano (la casa recuerda al célebre hogar familiar de Norman Bates); o del realismo pesimista de Edward Hopper…
Un perturbador paseo por el Middle West que provoca el escalofrío del lector desde los primeros instantes sin ofrecer una sola palabra. A veces los silencios son más inquietantes que los grandes discursos. La edición simula un pequeño cuadro, que podría formar perfectamente parte de la colección, y el apartado gráfico destaca por el cinematográfico juego de planos, el original tratamiento de las texturas o el uso inteligente de las tonalidades.
